El cultivo de la calabaza

La calabaza pertenece a la familia de las cucurbitáceas, como el pepino, el calabacín y la sandia.

Es un cultivo de clima cálido, así que requiere un lugar soleado y cuantas mas horas luz mejor. Si se cultivan en zonas menos soleadas su desarrollo disminuye y también su producción.

La siembra se realiza entre abril y mayo, si disponemos de invernadero o lugar protegido podemos adelantar la siembra a finales de marzo y trasplantar después las plántulas a su lugar definitivo en el exterior,  cuando pase el frío y las temperaturas alcancen los 18-20º. 

Si optamos por la siembra directa en la tierra, la realizamos cuando las temperaturas sean templadas o cálidas y no haya riesgo de bajadas bruscas a menos de 12º  ya que las semillas requieren, para su germinación, que el suelo no esté frío y haya subido su temperatura (mayo).

                                                   dos semanas después de la siembra

El marco de plantación mínimo es de 150x100 cm, es decir un metro y medio entre lineas y 1 metro entre las plantas.

Se siembran en hoyos de 3 a 4 cm de profundidad, ponemos 2-3 semillas en cada uno y las cubrimos con apenas 1-2 cm de tierra, para facilitar su germinación. 
Cuando las plantitas broten y hayan pasado un par de semanas, hacemos aclareo, dejando solo una por golpe y las cubrimos con 3-4 cm mas de tierra o materia orgánica.
El hecho de poner varias semillas en cada hoyo (por golpe) es para que cuando emerjan casi al mismo tiempo, rompan fácilmente la superficie del suelo. Además de asegurarnos al menos una plantita por cada golpe de siembra.

                                             10 días después ya he realizado el aclareo

En cuanto al suelo,  la calabaza es poco exigente, que tenga buen drenaje, como todos los cultivos y si está suelto y ligero mucho mejor.  Favorece mucho  su desarrollo que hayamos aportado materia orgánica ( humus de lombriz le va muy bien).

El cultivo de la calabaza requiere que el riego sea frecuente y moderado, para que el suelo se encuentre de manera constante algo húmedo (no encharcado) y que entre riego y riego no llegue a secarse por completo. Por tanto riegos no muy abundantes pero si muy frecuentes.

                                      6 semanas desde la siembra (a punto de florecer)

Para favorecer el desarrollo de la planta y los frutos es conveniente hacer poda. Cuando tengamos una calabaza en fase de crecimiento cortamos la rama por la parte superior, dos o tres hojas pasado el fruto. Con este proceder conseguimos que los nutrientes no sean consumidos por tallo y hojas y sean aprovechados por la calabaza.

Es conveniente colocar debajo de los frutos (a modo de cama), algún material que lo aísle del suelo, para evitar enfermedades causadas pon hongos y problemas de pudrición (un buen montón de paja va muy bien).

Si en un tallo tenemos dos calabazas y deseamos sacarlas adelante interesa aporcar el tallo, esto es,  cubrirlo con tierra y como es rastrero estimulamos la formación de raíces, que ayudaran a absorber mas nutrientes de la tierra en beneficio de la mata y los frutos.
El aporcado es recomendable también para el resto de  tallos y ramas de la mata aunque todavía no tengan frutos.
Otra posibilidad es acodar el tallo o la rama donde se encuentren las calabazas, se hace un pequeño corte en la rama y se cubre con tierra o materia orgánica (humus es muy recomendable) se riega ligeramente y con esto provocamos la formación de nuevas raíces para la mata, que aportaran mas cantidad de nutrientes para favorecer su desarrollo y el de los frutos.

                                   matas en floración y aparecen las primeras calabazas
                                                                    (mes de julio)

La cosecha estará lista para ser recogida cuando comience  el otoño, incluso a finales de verano si las temperaturas han sido muy elevadas (por olas de calor) y han recibido mucho sol.
Si presionamos con una uña la piel de la calabaza y penetra sin dificultad, ya está madura. Se corta dejando varios centímetros del tallo que la sustenta.

                                    las calabazas aumentan su tamaño (mes de agosto)

                                          comienzo a recolectar (mes de septiembre)

Las plagas  mas frecuentes en el cultivo de  la calabaza son : 
Mosca blanca, pulgón, trips y minador su control ecológico lo realizamos con jabón potásico, lavando bien las hojas, esperamos que sequen y después aplicamos aceite de neem. Si la plaga persiste, aplicamos tratamiento químico con insecticida sistémico  Imidacloprid.
Araña roja y blanca, tratamiento preventivo y curativo de manera ecológica con una mezcla de jabón potásico y aceite de Neem. Si no conseguimos eliminar la plaga recurrimos a tratamiento químico con insecticida acaricida  Abamectina.
Nematodos son  gusanos muy pequeños, también llamadas larvas del suelo, producen raquitismo, las hojas se van tornando amarillas y flácidas, pareciendo estar faltas de agua. En las raíces se aprecian quistes o abultamientos. Para combatirlos utilizar insecticida Clorpirifos que actúa por contacto, ingestión e inhalación.

Las enfermedades mas habituales son :
Oídio  - tratamiento preventivo y curativo de manera ecológica, pulverizando bien las hojas con azufre o cola de caballo.
Mildiu - tratamiento ecológico preventivo y curativo con cobre o cola de caballo.
Si estas enfermedades no las podemos controlar con los tratamientos ecológicos, saneamos las plantas afectadas eliminando las partes dañadas y aplicamos tratamiento químico con un fungicida específico (de contacto, penetrante o sistémico).
Hongos del suelo :  Fusarium y fitoftora, para evitar las enfermedades provocadas por estos hongos tenemos que tomar medidas preventivas, fundamental es, que las calabazas dispongan de un suelo con buen drenaje para evitar encharcamiento y podemos administrar Tricodermas (de Flower) que tiene efecto preventivo y curativo.
Si la enfermedad no remite no hay mas remedio que sacar la planta, ya que de lo contrario sus raíces provocarían el contagio a las plantas próximas.