viernes, 29 de septiembre de 2017

El cultivo de la espinaca

La espinaca pertenece a la familia de las quenopodiáceas, como la remolacha o las acelgas.
Es un cultivo de clima templado-fresco, soporta mucho mejor el frío que el calor, aunque dependiendo de las variedades, las hay que se adaptan a temperaturas altas, mientras que otras llegan a soportar perfectamente el frío invernal, tolerando incluso las heladas.
Para iniciar su desarrollo requiere temperaturas que oscilen entre los 12 y los 20º C.  
Con temperaturas por debajo de los 4-5º C,   la planta detiene su crecimiento, aunque lo reanudará conforme la temperatura vaya subiendo.
Si cuando la planta llega a la plenitud de su desarrollo,  las temperaturas sobrepasan los 25º
y los días ya tienen mas horas de luz, se acelera el proceso de la floración, al tiempo que disminuye el crecimiento de las hojas. De manera que las espinacas que se cultivan en primavera-verano han de ser variedades que soporten bien los días calurosos y poder evitar así el espigado prematuro.
Pueden estar a pleno sol, pero evitando si es posible recibirlo en las horas de mas calor.
Prosperan muy bien en exposiciones con poco sol o en semisombra.


La época de siembra, para las variedades que se cultivan en otoño-invierno, es desde finales de agosto hasta octubre. Y para las variedades que se cultivan en primavera-verano, desde marzo hasta abril.
La siembra puede hacerse directamente en la tierra en la que se van a cultivar o en semillero y posteriormente trasplantarlas a su lugar definitivo cuando alcancen una altura de 10-12 cm.
Se pueden sembrar a voleo o en hileras,  a una profundidad de apenas 1 cm, cuando nacen las plantitas  se va haciendo aclareo y se dejan las mas vigorosas.


El marco de plantación mínimo es de 30x10, es decir 30 cm entre las hileras y 10 cm entre las plantas.

La espinaca prefiere el suelo aireado, húmedo pero con buen drenaje (para evitar encharcamiento) y rico en materia orgánica, es conveniente antes  de realizar la siembra  o el trasplante, agregar compost, estiércol o humus de lombriz. Y durante su desarrollo le viene muy bien que apliquemos fertilizante rico en nitrógeno.
En suelos pobres la espinaca no se desarrolla bien y es posible incluso que sus hojas amarguen.

Este cultivo, como ya he comentado anteriormente, requiere suelo húmedo de manera casi permanente, lo ideal son los riegos cortos y frecuentes. Será en el periodo de germinación de las semillas y durante las primeras semanas de su desarrollo, cuando demanden algo mas de agua, pero con cuidado de no excedernos para evitar encharcamiento y con ello la posible pudrición de las raíces.

La recolección de las espinacas la podemos realizar cortando la planta entera o bien cortando las hojas exteriores ( son las de mayor tamaño) y dejando que las interiores sigan creciendo y cortarlas mas adelante. Y así sucesivamente hasta que la planta llegue al final del ciclo.

Plagas que con frecuencia aparecen en el cultivo de la espinaca :
Pulgón, para eliminarlos lavar bien las hojas con jabón potásico y seguidamente aplicamos aceite de Neem. Otra opción también ecológica es pulverizar las hojas con purín de ortigas.
Si la plaga persiste, aplicamos tratamiento químico con insecticida sistémico Imidacloprid.
Caracoles y babosas, control manual retirándolos del huerto, pero si la plaga es grande aplicamos tratamiento ecológico con antilimacos.  Es un cebo que actúa bloqueando el sistema digestivo, dejan de comer, se retiran a sus escondrijos y mueren por inanición.
Nematodos, o también conocidos como larvas del suelo, son gusanos muy pequeños (microscópicos), que si aparecen en un número elevado dañan las raíces, ya que se introducen en ellas, provocando menor desarrollo de las plantas, síntomas de marchitez, clorosis y enanismo. Para combatirlos utilizamos Nematicida.
Pájaros que se comen las hojas tiernas, sobre todo cuando las plantas son pequeñas. Esto tiene fácil solución, simplemente cubrir el espacio del cultivo con una malla antipájaros.

La enfermedad mas habitual :
Mildiu, es un hongo que provoca la aparición de manchas amarillas en el haz de las hojas, que se van tornando a marrón, mientras que en el envés aparece un polvillo grisáceo.
Tratamiento ecológico preventivo pulverizando las hojas con cola de caballo, y curativo con oxicloruro de cobre.













 


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