La época de siembra es al final del verano o comienzo del otoño y también al final del invierno o comienzo de la primavera, lo importante es que durante su cultivo no padezcan heladas ni las altas temperaturas del verano, ya que son muy sensibles a ambos factores. Si queremos adelantar la germinación de las semillas las ponemos en remojo con agua durante 12 horas.
El marco de plantación mínimo es de 60x20 cm, es decir 60 cm entre hileras y 20 cm entre plantas.
Se siembran en hoyos o en una pequeña zanja de 3 a 4 cm de profundidad para ambos casos y conviene poner 3 - 4 semillas por golpe para asegurar que al menos una de ellas germine y pueda nacer una planta.
Muy importante es que una vez que hayamos sembrado pongamos una malla de protección antipájaros, ya que de no hacerlo nos arriesgamos a que no lleguen a salir las plantitas.
(las semillas y las plantitas recién nacidas son un manjar para los pajarillos).
Muy importante es que una vez que hayamos sembrado pongamos una malla de protección antipájaros, ya que de no hacerlo nos arriesgamos a que no lleguen a salir las plantitas.
(las semillas y las plantitas recién nacidas son un manjar para los pajarillos).
Si sale mas de una planta por cada hoyo conviene hacer aclareo, dejaremos solo una, la que veamos mas vigorosa.
Los guisantes prefieren el suelo ligero, bien mullido y con buen drenaje, no prosperan bien en suelos muy calcáreos y tampoco en los excesivamente ácidos. Aunque no son muy exigentes conviene que aportemos materia orgánica. Como en los demás cultivos hortícolas, yo aporto humus de lombriz y los resultados son muy buenos.
Como el resto de las leguminosas (habas, judías verdes, etc.) son capaces de fijar, en el terreno, el nitrógeno de la atmósfera, de manera que no necesitan de fertilizantes que aporten nitrógeno.
El cultivo del guisante puede ser de mata baja (enana) o de mata alta (de enrame).
Particularmente prefiero las de mata baja, llegan a crecer entre 70 y 90 cm de altura y resultan mas fáciles de controlar su crecimiento. Cuando las plantas han crecido de 15 a 20 cm es recomendable preparar el entutorado, para ello nos ayudaremos con soportes, ( por ejemplo cañas) y mallas de alambre o de entutorar, para que los zarcillos se agarren y vayan sujetando a la planta conforme va creciendo.
Llegados a este punto nos quedaría la labor, si lo deseamos, de acolchar el bancal (es muy recomendable).
El riego conviene que sea abundante y espaciado, mejor que hacerlo de manera continuada, y evitando que se produzcan encharcamientos. Cuando comienza la floración el riego se dará con regularidad y mayor frecuencia.
formación de los guisantes en el interior de la vaina
La recolección la iniciaremos cuando las vainas se vayan rellenando y antes de que los guisantes sean demasiado grandes y se junten unos con otros en su interior, de este modo aseguramos que estén muy tiernos.
Las plagas mas frecuentes que podrían dañar a nuestras guisanteras son :
el gusano del guisante, cuyas larvas se introducen en el interior de los frutos, a través de galerías. Para combatir a estos gusanitos podemos utilizar Bacillus thuringiensis.
Y los pulgones que también pueden aparecer, los eliminamos con jabón de potasa, y una vez que se ha limpiado la melaza que segregan, aplicamos aceite de Neem. Si persiste la plaga, entonces realizamos tratamiento químico con insecticida Imidacloprid, 20%.
Las enfermedades que aparecen con mas frecuencia, son las provocadas por los hongos del mildiu y el oídio. Suele ocurrir cuando coincide que la temperatura y la humedad son elevadas. Preventivamente podemos utilizar cobre y/ o azufre, y ante los primeros síntomas de enfermedad aplicamos cola de caballo, pulverizando y lavando bien sus hojas.
Si no hemos conseguido eliminar el hongo, saneamos la planta cortando las partes dañadas y administramos tratamiento químico con un fungicida específico (de contacto, penetrante o sistémico).
La recolección la iniciaremos cuando las vainas se vayan rellenando y antes de que los guisantes sean demasiado grandes y se junten unos con otros en su interior, de este modo aseguramos que estén muy tiernos.
Las plagas mas frecuentes que podrían dañar a nuestras guisanteras son :
el gusano del guisante, cuyas larvas se introducen en el interior de los frutos, a través de galerías. Para combatir a estos gusanitos podemos utilizar Bacillus thuringiensis.
Y los pulgones que también pueden aparecer, los eliminamos con jabón de potasa, y una vez que se ha limpiado la melaza que segregan, aplicamos aceite de Neem. Si persiste la plaga, entonces realizamos tratamiento químico con insecticida Imidacloprid, 20%.
Las enfermedades que aparecen con mas frecuencia, son las provocadas por los hongos del mildiu y el oídio. Suele ocurrir cuando coincide que la temperatura y la humedad son elevadas. Preventivamente podemos utilizar cobre y/ o azufre, y ante los primeros síntomas de enfermedad aplicamos cola de caballo, pulverizando y lavando bien sus hojas.
Si no hemos conseguido eliminar el hongo, saneamos la planta cortando las partes dañadas y administramos tratamiento químico con un fungicida específico (de contacto, penetrante o sistémico).
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