lunes, 27 de noviembre de 2017

El cultivo de la acelga

La acelga pertenece a la familia de las quenopodiáceas, como la remolacha o las espinacas.
Es un cultivo de clima templado-fresco, aunque soporta bastante bien el frío invernal.
Con heladas por debajo de -4º C, la planta no aguanta y  se hiela, por lo que si hay riesgo de heladas severas, conviene protegerla de alguna manera. Y con temperaturas por debajo de 4-5º C, la planta detiene su crecimiento, aunque lo reanudará conforme la temperatura vaya subiendo.
Para tener buen desarrollo, necesita temperaturas que oscilen entre los 6 y los 30º C.
Su exposición puede ser soleada o semisombra, ya que no necesita demasiada luminosidad para prosperar bien.


La época de siembra para cosechar durante el verano se realiza entre los meses de abril y julio, y para cosechar en invierno se siembra entre los meses de octubre y marzo.
La siembra puede hacerse directamente en la tierra en la que se van a cultivar o en semillero y posteriormente trasplantarlas a su lugar definitivo cuando tengan 6-7 hojas.
Se pueden sembrar a voleo o en hileras, a una profundidad de apenas 2 cm, cuando nacen las plantitas se va haciendo aclareo y se dejan las mas vigorosas.
Es recomendable poner las semillas a remojo durante un par de días antes de la siembra para facilitar su germinación en la tierra.


El marco de plantación mínimo es de 30x20, es decir 30 cm entre las hileras y 20 cm entre las plantas.

La acelga no es muy exigente en cuanto al suelo, aunque es importante que tenga buen drenaje ya que no soporta bien la saturación de agua. No obstante, si deseamos tener unas acelgas sanas y vigorosas conviene aportar nutrientes a la tierra antes de realizar la siembra o el trasplante, para ello agregamos compost o humus de lombriz.

El riego conviene que sea frecuente para mantener la tierra húmeda y corto para evitar encharcamiento. Es un cultivo que no necesita agua en abundancia.

La recolección de las acelgas se puede hacer cortando las hojas externas cuando tengan mas de un palmo de largo, dejando el cogollo central para que se siga desarrollando o cortando la planta entera.

Las acelgas son bastante resistentes a plagas y enfermedades, aunque en ocasiones también se ven afectadas por algunas de ellas.

Plagas que con cierta  frecuencia aparecen en el cultivo de la acelga :
Pulgón, para eliminarlo lavar bien las hojas con jabón potásico y seguidamente aplicar aceite de Neem. Otra opción también ecológica es pulverizar las hojas con purín de ortigas.
Si la plaga persiste, aplicamos tratamiento químico con insecticida sistémico Imidacloprid.
Caracoles y babosas, control manual retirándolos del huerto, pero si la plaga es grande aplicamos tratamiento ecológico con antilimacos. Es un cebo que actúa bloqueando el sistema digestivo, dejan de comer, se retiran a sus escondrijos y mueren por inanición.
Gusano blanco, son larvas blancas de 2 cm de largo, que se instalan en las hojas haciendo galerías en ellas. Para eliminarlos empleamos tratamiento ecológico con Bacillus Thuringiensis. Si la plaga es importante y no podemos neutralizarla recurrimos a tratamiento químico con insecticida Cipermetrina.
Pájaros que se comen las hojas tiernas, sobre todo cuando las plantas son jóvenes. Esto tiene fácil solución, simplemente cubrir el espacio de cultivo con malla antipájaros.

La enfermedad mas habitual :
Mildiu, es un hongo que provoca la aparición de manchas amarillas en el haz de las hojas, que se va tornando a marrón, mientras que en el envés aparece un polvillo grisáceo.
Tratamiento ecológico preventivo pulverizando las hojas con cola de caballo y curativo con oxicloruro de cobre.














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