Las fresas y los fresones pertenecen a la familia de las Rosáceas.
Son plantas vivaces, por lo que su cultivo dura varios años, cuando llega el invierno con la bajada de temperaturas, sus tallos y hojas pueden llegar a secarse, pero sus raíces soportan bien el frío invernal y la planta vuelve a brotar de nuevo en primavera.
Se adaptan bien a todo tipo de clima, aunque se desarrollan mejor con clima templado.
Las temperaturas muy altas pueden provocar una coloración y maduración muy rápida del fruto, por lo que no llegan a conseguir su tamaño normal. Esto suele ocurrir con temperaturas superiores a los 30-32º.
Las temperaturas muy altas pueden provocar una coloración y maduración muy rápida del fruto, por lo que no llegan a conseguir su tamaño normal. Esto suele ocurrir con temperaturas superiores a los 30-32º.
Requieren una exposición soleada o de semisombra. La temperatura ideal está en la franja de 22 a 27º y durante la formación del fruto, temperaturas inferiores a los 12º, pueden ocasionar malformaciones en los frutos.
El frío invernal no les perjudica, al contrario, estas plantas necesitan pasar frío en invierno, para cuando llegue el momento, dar buena producción.
El frío invernal no les perjudica, al contrario, estas plantas necesitan pasar frío en invierno, para cuando llegue el momento, dar buena producción.
Las fresas y los fresones se reproducen por semillas, y también por sus estolones.
Particularmente, yo prefiero la segunda opción, resulta mas sencilla y rápida.
Particularmente, yo prefiero la segunda opción, resulta mas sencilla y rápida.
Los estolones son ramas o tallos rastreros que salen de la planta madre y que enraízan por sus nudos, generan pequeñas raíces en contacto con el suelo, que producen nuevas plantas.
Para realizar la división de las matas por estolones, los colocamos en contacto con el suelo, y cubriendo ligeramente sus nudos, regamos y vamos manteniendo la humedad durante unas semanas, hasta que hayan enraizado. Después solo queda cortar el tallo que lo une a la planta madre.
La mejor época para hacer la división del plantel es entre septiembre y octubre.
La época de plantación o trasplante comienza a finales del invierno o principio de la primavera y podemos realizarla hasta el inicio del verano. Si optamos por plantar las fresas y fresones en primavera, conviene ir cortando las primeras flores que van saliendo, para favorecer el desarrollo de las matas, y se vayan fortaleciendo.
El marco de plantación mínimo es de 40x30, es decir 40 cm entre lineas y 30 cm entre las plantas.
Las fresas y los fresones prefieren el suelo suelto, aireado, mullido y algo arenoso, con buen drenaje para evitar encharcamientos que no soportan y con cierta capacidad para retener humedad.
Prefieren el suelo ligeramente ácido, tan sencillo como añadir algo de turba a nuestra tierra, si fuese necesario y no soportan los suelos calizos, generalmente les provoca clorosis (amarillez de las hojas con los nervios verdes).
Estas plantas son exigentes en nutrientes, por lo que es conveniente aportar materia orgánica al suelo (estiércol, compost o humus de lombriz) antes del trasplante y también es recomendable hacerlo en otoño y primavera.
Particularmente, yo prefiero el humus de lombriz, es un abono ecológico que le va ideal a las fresas y fresones y evitamos riesgos de quemar las plantas. No aportar abonos orgánicos fuertes como la gallinaza o la palomina, porque es muy probable que acaben con ellas.
bancal de fresón en producción (mes de agosto)
El riego interesa que sea frecuente y regular, para mantener las raíces con humedad constante, no conviene que el suelo llegue a secarse entre riegos.
Evitando riegos excesivos para no provocar encharcamientos que acabarían con nuestras matas de fresa y fresón.
En este cultivo resulta especialmente beneficioso acolchar el suelo, con ello, no solo impedimos la aparición de malas hierbas y mantenemos mejor la humedad entorno a las raíces, si no que ademas los frutos se desarrollan limpiamente sin tener contacto con el suelo húmedo, evitando que se puedan pudrir.
Estas frutillas (fresa y fresón) son un verdadero manjar para los pajarillos, así que para impedir que se las puedan comer, conviene colocar una malla antipájaros por encima de las matas.
La cosecha comienza generalmente a mediados de la primavera y se puede prolongar hasta bien entrado el otoño, si la climatología acompaña.
Hay que tener en cuenta que la fresa y el fresón, una vez recolectados ya no maduran, como hacen otras hortalizas o frutas, así que conviene comerlas lo antes posible cuando todavía están turgentes y jugosas (no sea que se nos vayan a pasar).
estolones creciendo y comenzando a enraizar
Las plagas que pueden afectar a las fresas y fresones son las siguientes :
Pulgón y trips, su control ecológico lo realizamos con jabón potásico, lavando bien las hojas y seguidamente aplicamos aceite de Neem. Si la plaga persiste tratamos con insecticida sistémico Imidacloprid.
Araña roja, tratamiento preventivo y curativo de manera ecológica, pulverizando muy bien las hojas con una mezcla de jabón potásico y aceite de Neem. Si no conseguimos eliminar la plaga recurrimos a tratamiento químico con insecticida acaricida Abamectina.
Gusano de la frutilla, tratamiento ecológico con Bacillus thuringiensis.
Las enfermedades mas habituales son :
Oidio y botrytis (podredumbre gris de los frutos) - tratamiento preventivo y curativo de manera ecológica, pulverizando bien las hojas con azufre o cola de caballo.
Si estas enfermedades no podemos controlarlas mediante los tratamientos ecológicos, saneamos bien las plantas afectadas eliminando las partes dañadas y aplicamos un tratamiento químico con un fungicida específico (de contacto, penetrante o sistémico).
Mildiu y viruela (mancha púrpura) - tratamiento preventivo y curativo de manera ecológica, pulverizando bien las hojas con cobre.
El marco de plantación mínimo es de 40x30, es decir 40 cm entre lineas y 30 cm entre las plantas.
Las fresas y los fresones prefieren el suelo suelto, aireado, mullido y algo arenoso, con buen drenaje para evitar encharcamientos que no soportan y con cierta capacidad para retener humedad.
Prefieren el suelo ligeramente ácido, tan sencillo como añadir algo de turba a nuestra tierra, si fuese necesario y no soportan los suelos calizos, generalmente les provoca clorosis (amarillez de las hojas con los nervios verdes).
Estas plantas son exigentes en nutrientes, por lo que es conveniente aportar materia orgánica al suelo (estiércol, compost o humus de lombriz) antes del trasplante y también es recomendable hacerlo en otoño y primavera.
Particularmente, yo prefiero el humus de lombriz, es un abono ecológico que le va ideal a las fresas y fresones y evitamos riesgos de quemar las plantas. No aportar abonos orgánicos fuertes como la gallinaza o la palomina, porque es muy probable que acaben con ellas.
bancal de fresón en producción (mes de agosto)
El riego interesa que sea frecuente y regular, para mantener las raíces con humedad constante, no conviene que el suelo llegue a secarse entre riegos.
Evitando riegos excesivos para no provocar encharcamientos que acabarían con nuestras matas de fresa y fresón.
En este cultivo resulta especialmente beneficioso acolchar el suelo, con ello, no solo impedimos la aparición de malas hierbas y mantenemos mejor la humedad entorno a las raíces, si no que ademas los frutos se desarrollan limpiamente sin tener contacto con el suelo húmedo, evitando que se puedan pudrir.
Estas frutillas (fresa y fresón) son un verdadero manjar para los pajarillos, así que para impedir que se las puedan comer, conviene colocar una malla antipájaros por encima de las matas.
La cosecha comienza generalmente a mediados de la primavera y se puede prolongar hasta bien entrado el otoño, si la climatología acompaña.
Hay que tener en cuenta que la fresa y el fresón, una vez recolectados ya no maduran, como hacen otras hortalizas o frutas, así que conviene comerlas lo antes posible cuando todavía están turgentes y jugosas (no sea que se nos vayan a pasar).
estolones creciendo y comenzando a enraizar
Las plagas que pueden afectar a las fresas y fresones son las siguientes :
Pulgón y trips, su control ecológico lo realizamos con jabón potásico, lavando bien las hojas y seguidamente aplicamos aceite de Neem. Si la plaga persiste tratamos con insecticida sistémico Imidacloprid.
Araña roja, tratamiento preventivo y curativo de manera ecológica, pulverizando muy bien las hojas con una mezcla de jabón potásico y aceite de Neem. Si no conseguimos eliminar la plaga recurrimos a tratamiento químico con insecticida acaricida Abamectina.
Gusano de la frutilla, tratamiento ecológico con Bacillus thuringiensis.
Las enfermedades mas habituales son :
Oidio y botrytis (podredumbre gris de los frutos) - tratamiento preventivo y curativo de manera ecológica, pulverizando bien las hojas con azufre o cola de caballo.
Si estas enfermedades no podemos controlarlas mediante los tratamientos ecológicos, saneamos bien las plantas afectadas eliminando las partes dañadas y aplicamos un tratamiento químico con un fungicida específico (de contacto, penetrante o sistémico).
Mildiu y viruela (mancha púrpura) - tratamiento preventivo y curativo de manera ecológica, pulverizando bien las hojas con cobre.
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