La lechuga, pertenece a la familia de las compuestas, como la escarola, el cardo o la alcachofa.
Es un cultivo de clima templado-fresco, en invierno soporta bien temperaturas frías aunque si son demasiado duras hay que protegerlas mediante manta térmica, plástico o cultivarlas en invernadero. En verano con temperaturas superiores a los 27-28º tienden a espigarse rápidamente, por lo que interesa reservar para su cultivo, una exposición de sombra.